MARÍA CORINA EN BRASILIA: "LA INDIFERENCIA ES COMPLICIDAD"

1. María Corina Machado, líder opositora y diputada venezolana, solicitó en Brasilia que los gobiernos democráticos de la región, como el de Brasil, retiren su respaldo y solidaridad al gobierno de Maduro, porque en relación al drama del pueblo venezolano, reprimido violentamente por el gobierno, "la indiferencia en este caso es complicidad". Corina Machado hizo extensas y documentadas declaraciones en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, en una sesión que duró cuatro horas.

2. En sus declaraciones, Machado mostró que el gobierno de Maduro no respeta la Constitución y que a partir de enero comenzó a usar las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares armados para torturar, detener y asesinar venezolanos; y añadió que esos hechos no pueden ser ignorados por ningún gobierno democrático de América latina.

3. "Los gobiernos latinoamericanos son signatarios de la Carta Democrática Interamericana. Para los venezolanos resulta incomprensible que esos gobiernos hayan sido tan activos en Paraguay y en Honduras, y hoy den las espaldas a Venezuela".

4. Preguntada si intentaría entrevistarse con la presidenta Dilma Rousseff, María Corina respondió que ese era un asunto "especialmente sensible". "Si llego a tener esa oportunidad, no hablaré con ella como política, sino como de una madre para una madre, de una perseguida para una perseguida. Esperamos que todos los líderes que sufrieron persecución tengan solidaridad con el pueblo venezolano, una empatía mayor con el drama de Venezuela. Ya no es posible continuar manteniendo una posición de indiferencia e ignorancia".

5. Las declaraciones de María Corina coinciden con la difusión de pruebas fotográficas y noticias desde Venezuela de que bombas de gas lacrimógeno usadas por las tropas de choque de la policía venezolana serían fabricadas en Brasil por una empresa privada de ese país. Las bombas de gas, inclusive, estarían con la validez vencida, como muestran las fotos de los recipientes usados por la policía política venezolana, lo que las tornaría más tóxicas aún.